Las desgracias nunca vienen solas. A veces vienen bien acompañadas por el oportunismo, la autopromoción y una natural propensión a la foto que derrocha bondad y desinteresado interés por los desprotegidos.
Las desgracias nunca vienen solas. A veces vienen bien acompañadas por el oportunismo, la autopromoción y una natural propensión a la foto que derrocha bondad y desinteresado interés por los desprotegidos.
Doy mi sueldo, dicen funcionarios, diputados y senadores, pero que lo anuncien en todos los medios de comunicación , para ver que ” altruistas” son.
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Quítale las cámaras y los micrófonos al altruismo de la clase política y verás el desierto.
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